El Cancer es una
enfermedad que consume a quien la padece en etapas avanzadas, cambiado
inevitablemente la fisonomía del enfermo sin importar la edad o la energía que
tenga. Con la quimio a muchos niños se les hincha la carita, se les cae el
pelo, algunos adelgazan mucho. Muchas veces he tratado de imaginarme
fisicamente a algunos niños del albergue antes de entrar en esta lucha que les
ha tocado vivir.
Después de casi 3 semanas que no iba,
esta semana regrese al albergue. Estaba contenta porque llegaba con una nueva
actividad para hacer con ellos; pintaríamos y decoraríamos conchitas que había
recogido en la playa, estaba segura que estarían felices. Pero la alegría me
duró poco porque llegando al albergue me enteré que el día anterior había
partido Clarita, una niña de 11 años que estaba en una etapa muy avanzada de la
enfermedad. No la conocía mucho pero la veía siempre en el albergue con una
peluca que tenía una trenza de lana amarilla, jugaba a ser Rapunzel.
Quizá esperaba que llegara su príncipe y la rescatara, la llevara a un mundo
encantado con un jardín mágico que le permitiera andar y correr con solo una
pierna.
Es inevitable no recibir noticias
como esa cuando eres voluntaria de un albergue para niños con cáncer, pero a
pesar de ser consciente de esa realidad y de todas las capacitaciones y
talleres que recibimos para estar preparados, siempre nos afecta.
Pero el entusiasmo y el abrazo de los
chicos que me recibieron sonrientes (quizá más por las mandarinas que traía) me
hizo darme cuenta que estaba ahí para hacerles pasar una tarde divertida y que
solo importaba el momento presente, así que saque el cargamento de conchitas,
temperas y escarcha y dimos rienda suelta a la creatividad.
Aunque disfrutaba de la alegría de
los pequeños decorando sus obras de arte y sus locuras de siempre, jugando a
ensuciarse y ensuciarme, no podía dejar de pensar en Clarita, más cuando vi a
dos de sus amigas sentadas al otro lado del salón cabisbajas y sin ganas de
participar en la actividad como siempre lo hacen.
"Estamos tristes Tia, ayer se
fue al cielo una amiga"
Si lo se, les dije. " y no estás
triste?" Me preguntaron. " claro que si" les dije " pero
estoy feliz por ella"
Vi que a Julia, una
de las chicas, le sorprendió mi respuesta. Y continúe "Estoy feliz por
ella porque hoy ya no sufre, hoy tiene otra vez sus dos piernas y podrá correr
por el jardín más hermoso que existe, pues ya nada le duele"
Julia sonrío y me
dijo " verdad, ya tiene de nuevo sus dos piernas" y agregué “y un pelo largo y
precioso como Rapunzel. Sabes tú cuál era el color de su cabello?" Julia se puso seria y me
dijo " No tía, nunca la vi con cabello, no sé cómo era."
Eso me dejó pensando en que quizá muy
pocos supieran cómo era Clarita físicamente antes de su enfermedad, como era su
cabello, como era su rostro, la imagino una niña linda con un cabello color
castaño oscuro, quizá un poco ondulado, largo de todas maneras como ella
siempre lo quería tener. Pero a la vez también pensé en que todos si sabían
cómo era internamente, la recordaban por su dulzura y fortaleza. No era una
niña extrovertida pero siempre estaba sonriente, aún en sus peores días y ese
es el recuerdo que nos quedo a todos, a quienes no la conocieron tanto como yo
y quienes la conocieron desde siempre y la amaron inmensamente como su
familia
Y en ese momento una vez más pude
comprobar cómo lo físico es tan efímero, pasajero. Cambiamos, envejecemos, no
sólo por una enfermedad, sino por el paso de los años. Sin duda mi piel a mis
casi 47 años, ya no es la misma, mi físico sin duda va cambiando, pero me
siguen entusiasmando las mismas cosas, sigo hablando mucho, cantando sola,
emocionándome con los gestos de cariño, amando a los animales y odiando las
injusticias. La esencia no cambia.
Creo que por eso me gusta tanto
pintar y hacer manualidades con los chicos, porque esas actividades sacan lo
mejor de ellos, los muestra tal y como son en esencia. Seres maravillosos
llenos de creatividad, fortaleza, brillo y color interior, lo mismo que se
plasma en sus obras de "arte"
Así aprendo a conocerlos más y
quererlos por quienes verdaderamente son. Y asi recordaré a cada uno de
ellos por siempre.
Gracias por leerme y hasta la próxima
❤
No hay comentarios:
Publicar un comentario